La carne se descompone; los
huesos perduran - Dr. William Bass
Algunas personas podrían pegar el
grito en el cielo cuando se les llegase a pregunta ¿Sabe usted que son las
granjas de cuerpos humanos?, quizá otras podrían imaginar una escena de alguna
película de gore con presupuesto de 4 pesos, de esas que salían como hongos en
los 80’s (y que tanto nos gustan), o algunas otras, casi la reconstrucción de
los crimines de Ed Gein (o sea 2 o en sí la decoración de su granja). Para mí, que
algún día pretendo entrar a la escuela de Antropología, desde hace ya bastante
tiempo, capto mi atención este interesantísimo tema.
La ciencia forense dispone de
mucha más antigüedad de la que nosotros pensamos. En China (siglo XIII) por
ejemplo, se sabe de un caso de un hombre que estaba investigando la
muerte violenta de un campesino en una pequeña aldea, le habían cortado
el cuello con una guadaña. Para averiguar quién había cometido semejante
salvajismo, citó a que todas las personas llevaran sus guadañas a la plaza del
pueblo. Una vez expuestas, el investigador dejó escapar unas pequeñas moscas.
Al instante, todas ellas se agolparon en una guadaña en particular, una que, a
pesar de estar completamente limpia, aún contenía las sustancias básicas que
atraían a las moscas, se descubrió el asesino en el instante. A pesar de que se
considera a Cesare Lombroso como el padre de la criminología, los chinos se
adelantaron un "poquito".
Un personaje clave para la Criminología
y la Antropología Forense, es el Dr. William Bass.
¿Quién es el Doctor Bill Bass?
William Marvin Bass III, nace el
30 de agosto de 1929 en Staunton, Virginia, Estados Unidos, su padre se suicidó
cuando William tenía 3 años de edad. En 1951, se matricula en la Universidad de
Virginia en la facultad de Psicología, para 1954, un accidente trágico lo acerca a la ciencia, ya que entre los restos de un accidente de camión
apareció el cadáver calcinado de una mujer que nadie era capaz de identificar.
El caso llegó a las manos del famoso antropólogo Wilton M. Krogman, este
mismo le pidió ayuda al doctor Charles G. Snow. William Bass estaba
cursando un máster en Psicopedagogía en la misma universidad que el doctor
Snow. Bass estaba matriculado (por diversión), en una de sus asignaturas. El
doctor Snow le preguntó si quería acompañarlo a tratar de identificar el cadáver
calcinado, una oportunidad única para aprender en vivo y en directo. La
experiencia impactó a Bass, que lo hizo desertar en la maestría en Psicopedagogía.
Había encontrado su verdadera vocación y pasión: la antropología forense.
En 1956, y a pesar de ser
admitido en uno de los departamentos más prestigiosos de Antropología de EEUU,
Bass decidió irse a Filadelfia, al departamento del doctor Krogman. En 1957,
inicia las excavaciones en los poblados indios de la tribu Arikara. La
construcción de una gran presa iba a anegar un territorio donde se suponía que
debían estar las tumbas del antiguo poblado Arikara. El tiempo estaba sobre
William y su equipo, pero gracias a los métodos desarrollados durante las
excavaciones y a su extraordinaria capacidad de observación descubre cientos de
tumbas antes nunca halladas, esto fue gracias a la observación del comportamiento de
las hormigas y de la ubicación de los hormigueros, pudo detectar dónde se
encontraban las tumbas.
En 1961, Bass conoce al
investigador Harold Nye, le preguntó a Bass, si sería capaz de saber cuánto
tiempo llevaba muerta una vaca a partir de los restos encontrados.
Parecía una pregunta sencilla, pero en aquel momento, nadie era capaz de
responderla. Para ese año, ya era Dr. en
antropología, antes de terminar su doctorado, de 1954 a 1959, fue antropólogo dentro
del prestigiado Instituto Smithsonian.
En 1971, El Dr. Bass se traslada
a Knoxville y crea en la Universidad de Tennesse, el Departamento de Antropología.
Comienza con ocho despachos situados debajo del estadio de fútbol americano. Cuando
Bass llegó a Tennesse aceptó el cargo de consultor especial del Tennesse
Bureau of Investigation, de este modo tuvo acceso a numerosos casos con
sus correspondientes cuerpos. Al iniciar esta nueva faceta, se percató,
rápidamente, de que las diferencias climatológicas entre Kansas (donde había
estado con anterioridad) y Tennesse provocaban cambios importantes en cómo
aparecían los cuerpos. En Kansas, debido al calor y a la falta de
humedad, los cadáveres se secaban rápidamente; mientras que en Tennesse los
cuerpos aparecían como masas putrefactas, llenas de gusanos y todo tipo de
minúsculos animales. De ahí le surge la idea de las granjas de cuerpos humanos.
La creación de las granjas de
cuerpos humanos.
En 1981, el Dr. Bass, estaba muy
interesado en la entomología forense, se dio cuenta que prácticamente había
nulos estudios dentro de esta rama, e ideo un “complejo” donde se colocaran
cadáveres humanos en distintos sitios, se le dio el nombre de “granjas de
cuerpos humanos”, se utilizan para el estudio del proceso de descomposición
en cadáveres humanos bajo diferentes condiciones, a la intemperie, parcialmente
enterrados, en el interior de vehículos, enterrados totalmente, en charcos, en
el sol, cabañas, y algunos otros lugares. El objetivo es buscar la mayor
diversidad y variedad de - vamos a llamarlos de alguna manera- supuestos casos,
con tal de poder investigar la evolución de su deterioro y descomposición, con
lo cual se establece mejor el momento de la muerte, también se estudia cómo los
elementos
externos aceleran o demoran la descomposición de los tejidos, huesos y
otros órganos. Ahora son utilizados por distintas universidades, el único país
donde se encuentren es Estados Unidos (en Carolina del Norte, Tennessee, Texas,
Ilinois), hasta donde sé. También son usadas para la formación de agentes especializados
en escenas del crimen, levantamiento de cadáveres y otras habilidades técnicas.
Estas "granjas" han sido muy cuestionadas, por el hecho de que básicamente
es experimentación con seres humanos, sí, aunque estén muertos. Ese tipo
de personas, sigue sin entender que la ciencia es experimentación.
¿De dónde salen los cuerpos?
En la universidad donde el
territorio es el más extenso, en la de Tennesse, cada año se monitorizan unos
30 – 35 cadáveres (varían según las fuentes consultadas), que proceden dependiendo
de la situación, algunas personas donan
su cuerpo específicamente a la granja, personas que donan
su cuerpo a la ciencia sin indicar su destino, cadáveres sin identificar
y que no son reclamados (inmigrantes supongo), anteriormente se utilizaban
indigentes. En Tennesse se reciben alrededor de 120 cuerpos de donaciones todos
los años.
La antropología forense es
la subdisciplina de la Antropología física, que se encarga de identificar a personas a
partir de sus huesos, ya que éstos aportan muchos más datos de lo que podría
pensarse, la edad, la raza, el sexo, la estatura, son fácilmente reseñables
para quien sepa leer determinados huesos como el cráneo, la pelvis o los
dientes. Pero un hueso no sólo aporta datos tan básicos, a través de
las señales que puedan quedar en ellos es posible averiguar si el sujeto sufrió
alguna caída en la infancia, si se fracturó uno en una pelea, si sufrió de
alguna infección grave. Por ello, esta disciplina es una de las más respetadas
dentro del mundo de la investigación criminal. Es el instante en el que los
muertos comienzan a hablar.
A sus casi 87 años, el Dr. Bass
sigue ejerciendo su labor como investigador, catedrático, conferencista y
escribiendo varios libros sobre el tema de la antropología forense:
Death's Acre: Inside the Legendary Forensic
Lab, The Body Farm, Where the Dead Do Tell Tales (2003, con Jon Jefferson)
Beyond the Body Farm (2007, con Jon Jefferson)
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