Uno
de los personajes más violentos y temidos de la historia, sin duda alguna es el
mejor conocido como Vlad el empalador, nombre que su traducción al idioma
Rumano sería Vlad Tepes. En sí, este
histórico y emblemático personaje fue la inspiración para el escritor Irlandés
Bram Stoker en su obra más famosa:
Dracula, publicada en 1897. Aquí no hablaré sobre vampiros, porque solo fue
"inspiración". Personaje de culto en muchos sentidos, Vlad Tepes es
sin duda, un personaje para estudiar con detenimiento. Su vida no fue fácil, a diferencia de las creencias populares que creen que la realeza, tiene una vida muy cómoda y nada cotidiana.
Hay
muchas versiones sobre Vlad, y no hay mucho escrito al respecto (De hecho hay
más escrito sobre Elizabeth Bathory que de Vlad) y el mito, sigue siendo inmortal. En lo
personal creo que este personaje histórico, es alguien muy interesante, digno
de analizar sus estrategias militares y sobre todo su vida, ya que solo se
encuentran escritos sobre sus hazañas en el campo de batalla, pocas veces
encontramos información sobre su vida. Honor a quien honor merece.
Los
datos más aproximados que se tienen sobre su nacimiento son que, nació el 8
Noviembre de 1431 en Sighisoara, Transilvania bajo el nombre de Vlad Drăculea o
Vlad III, hijo de Vlad Dracul miembro de la Orden del Dragón (que en Rumano
significa "demonio"), una de las fuentes más aceptadas es que a los
13 años, fue entregado a los turcos como rehén junto con su hermano Radu (en
rumano Radu cel Frumos) por su padre, como muestra de sumisión al Sultán y como
garantía. Fue criado por el mismo Murat II (padre de Mehmet II, el cual lo tuvo
como a un hermano) en ciudades como Adrianópolis, Egniojsor, Ened y Ninfamén,
con el propósito de evitar una nueva traición por parte del padre de Vlad.
En
1447 su padre, Vlad Dracul, había muerto apaleado y a su hermano Mircea le
habían quemado los ojos con un hierro candente antes de enterrarlo aún con
vida. Ambos hechos fueron ordenados por el conde Juan Hunyadi (antiguo aliado
de Vlad II, en rumano Ioan de Hunedoara) y apoyados por los boyardos (la aristocracia local del Reino
de Hungría), a los cuales Vlad tuvo desde entonces odio eterno. Gracias a los turcos que lo apoyaron hasta
convertirlo en rey de Valaquia (antes incluso llegó a ser Príncipe de
Transilvania, pero sólo durante unos meses), en septiembre de 1448, pero los
húngaros lo expulsaron unos meses después por orden de Juan Hunyadi. Fue
Príncipe de Valaquia (lo que sería hoy el sur de Rumania, aproximadamente en
los Carpatos) entre 1456 y 1462, en 1456, peleo junto con un contingente de
Transilvania, que lideró acompañado por un noble de la Casa de Báthory, derrotó
al voivoda e hizo que lo ejecutaran en la plaza pública de Târguşor (cerca de
Târgovişte, la antigua capital de Valaquia, justo donde había muerto su
hermano), después Vlad ascendió de nuevo
al trono, tras matar a su contrincante Vladislav II, no abandonó hasta 1462.
Después vivió en el exilio hasta 1474, momento en que se lanzó de nuevo a la
batalla para recuperar el cargo, lo que conseguiría en 1476.
Una
de las tantas "leyendas" que hay a su alrededor, es que la brutalidad
y el "odio" le viene por haber sido secuestrado por los otomanos,
tenía predilección por el empalamiento, una técnica de tortura y ejecución que
consiste en introducir un palo de aproximadamente 3,50 m de longitud, por el
recto, fijarlo a la carne con un clavo y después levantarlo para que la víctima
muriese lentamente ( una de las más grandes referencias y un ejemplo más o
menos de lo que hacía, lo podemos ver en la película de 1980 Holocausto Cannibal),
mientras él comía en los campos donde tenía las estacas de empalamiento,
mientras las victimas morían. A Vlad le gustaba organizar empalamientos
multitudinarios con formas geométricas siendo la más común una serie de anillos
concéntricos de empalados alrededor de las ciudades a las que iban a atacar. La
altitud de la estaca indicaba el rango que la víctima había tenido en vida. Con
frecuencia, Vlad los dejaba pudriéndose durante meses. Un ejército turco que
pretendía invadir Valaquia se volvió atrás, aterrado, cuando encontró a varios
miles de empalados descomponiéndose en lo alto de sus estacas, a ambas orillas
del Danubio. Si dice que el número de víctimas de Vlad fueron entre 40.000 y
100.000 durante los siete años que duraron sus sucesivos reinados: enemigos,
traidores, delincuentes de todo tipo.
En
las crónicas
germánicas, se puede leer que aparte de sadico, bebía la sangre de sus
víctimas empaladas, colocaba copas debajo de los cuerpos, mojaba el pan en la
sangre y comía en el campo de los "empalados". Vlad odiaba, más que
cualquier cosa, los robos, las mentiras, el adulterio, y no perdonaba a nadie
por su rango; más aún, cuanto más alto era el rango del traidor, más duro era
el castigo. Consiguió acabar con los boyardos decadentes de su tiempo. Sus
hechos fueron inmortalizados por el juglar alemán Michael Beheim, en su obra
poética Von ainem wutrich der hies Trakle waida von der Walachei en 1463.
Murió
en las cercanías de Bucarest, en 1476, entregaron su cabeza a los turcos. El
trofeo fue colgado de una estaca en el centro de Estambul. Jamás se supo qué
ocurrió con sus restos, supuestamente enterrados en el monasterio de Snagov, una isla situada en medio de un lago cercano a Bucarest, Rumanía. (foto: la "tumba" en Snagov)
En
la actualidad Vlad Tepes es considerado un héroe nacional en Rumanía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario