viernes, 12 de junio de 2015

Las Brujas de Zugarramurdi y el museo de la Brujería

No, no estoy hablando de la película de Alex de la Iglesia..

No solo en Salem podemos encontrar historias sobre personas acusadas de ser brujas y fueron ejecutadas, hay muchas historias que son interesantes y su propio encanto. Una de ellas son las brujas de Zugarramurdi, el “Salem Español”. Quizá no sea famoso ni hubo tanta histeria colectiva por parte de los lugareños, pero de que fue más asunto de la religión, eso que ni que.


La población de Zugarramurdi se sitúa en la comarca Navarra al norte de España a pocos kilómetros de la frontera con Francia.  Es un pueblo muy pequeño, tiene cerca de 250 habitantes, pero es muy conocido por el magnífico paisaje de pinos y castaños que la rodea, así como por una imponente cueva esculpida por el agua. Quizá el pueblito y el lugar de Zugarramurdi son más famosos por el episodio histórico del Siglo XVII, cerca de 50 personas, fueron condenados por la Inquisición por practicar la brujería. Aquí no solo fueron mujeres, también hubo hombres acusados.

Un pequeño arroyo llamado Orabidea, fue el causante natural de túnel de unos 120 metros de largo y 12 metros de alto, con dos galerías elevadas sobre el cauce, este lugar recibe el nombre de Sorginen Leizea, que en euskera significa precisamente la cueva de las brujas, por otro lado la cavidad principal se llama Infernuko Erreka, o lo que es lo mismo, regata del infierno.


La cueva es famosa en sí, por lo que paso ahí o “supuestamente paso”, más no por el paraje, dicen por ahí que en la cueva se llevaban a cabo ritos paganos y prácticas de medicina natural, (aceptados por la sociedad hasta que se vincularon al “satanismo”). Como un dato de cultura general, el término aquelarre, que se utiliza para denominar las ceremonias de invocación del demonoi, tiene su origen en Zugarramurdi, porque junto a la cueva hay un prado llamado Akelarre o Campo del Macho Cabrío, curiosamente cada 18 de agosto se celebra el Zikiro Jatea algo así como festival gastronómica donde el protagonista es –precisamente y aunque suena irónico- cordero asado.

El pueblo, es visitado por los turistas – vuelvo a repetir- no porque sea un hermoso pueblo, es  por las historias y leyendas que fueron surgiendo en torno al proceso inquisitorial de 1610. El origen de este pasaje de la historia de Navarra, se puede “partir” de un relato de una joven mujer de la localidad acerca de sus sueños (sic.), No se menciona el nombre de la chica, pero en los relatos ella aseguraba haber volado y haber visto a varias personas del pueblo participando en Akelarres. Inicialmente el episodio se habría resuelto con la intervención del párroco, pero intervino la Santa Inquisición, dentro de las “investigaciones” fueron encausadas 53 personas del pueblo, que fueron llevadas a Logroño (lugar que se encuentra en la Rioja), aunque algunas de esas personas murieron en las cárceles o en el camino.

Para el 7 de noviembre (1610) se celebró el Auto de fe y, como resultado del mismo, 21 personas fueron acusadas de delitos menores, 21 fueron perdonados y 11 condenados a la hoguera (6 en persona y 5 con sus restos mortales), habiendo sido quemados el domingo 8 de noviembre de 1610. A diferencia de Salem, aquí si fueron –por lo menos – 6 personas quemadas vivas. Claro que hay que aclarar que, solo fueron supuestos brujos y brujas, que si fue “orden del rey” o lo que haya sido, ya se la frecuente solución parroquial de las acusaciones de brujería, que solía concluir de manera pacífica, e impuso la intervención externa de una Comisión contraria a las directrices de la Inquisición, que no creía en brujas, pactos diabólicos y la utilización de castigos.


La historia se rego como pólvora por toda Europa, con esto, se provocó el nacimiento de la leyenda negra de Zugarramurdi, brujas que tiempo después se descubrió que no eran tales, no pasaban de ser curanderas naturistas con alto conocimiento de las plantas y los animales, que consumían diferentes ungüentos alucinógenos para alterar su nivel de conciencia y buscar de otros planos existenciales. El inquisidor Salazar continuó tres años más con sus investigaciones y remitió informes a la superioridad de Madrid, que emitió un documento en 1614 ordenando que los casos de brujería que se denunciaran sean investigados con mucho escepticismo.

Museo de las Brujas (Sorginen Museoa)

Se ha rehabilitado el viejo hospital, situado en el mismo pueblo en la salida hacia las cuevas, para instalar en él el Museo de las Brujas de Zugarramurdi.

En julio de 2007, este lugar quedo inaugurado formalmente, como el Sorginen Museoa o Museo de las brujas, donde aparte de pretender y perpetuar, la memoria histórica y mostrar cómo era la vida cotidiana de aquellas gentes, también sirve para dar a conocer y un homenaje post mortem, a todas las personas, hombres y mujeres, que fueron víctimas de una ola de pánico brujeril, y de una Inquisición que  tenia la necesidad de imponer su autoridad e ideología.

Un museo donde contar interesantes historias, rompiendo con la imagen folklórica que se tiene de las brujas, se quiere dar paso a esa otra realidad de unas mujeres y unos hombres acusados de cosas fantasiosas y finalmente quemados en una hoguera. Si bien el morbo –sabemos- que vende, quizá alguna persona tuvo la necesidad de proteger patrimonio cultural ya sea de corte esotérico o histórico,  y la explotación de un atractivo recurso turístico. Los precios oscilan entre 2 y 4 euros por persona para la entrada al museo y el mismo precio para una visita a las cuevas, donde la leyenda de las brujas de Zugarramurdi, comenzó. 

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